Buenos Aires es una filial especial por la dispersión territorial, becamos desde Gral Rodriguez, al norte, hasta La Plata, al sur… (Tortuguitas, San Telmo, Barracas y Palermo de Capital, Bellavistay Quilmes).Sabíamos que no sería fácil lograr reunir a todos los becados, y que vengan los padrinos…
Pero gracias a la ayuda de los padrinos y voluntarios pudimos contratar colectivos, organizar lugares en autos, y hacer llegar a todos! .
El día nublado y frío nos obligó a achicarnos en el espacio disponible, pero logramos ubicarnos: mas de 200 personas entre el hall, pasillos y aulas de la escuela René Favaloro de Benavidez. Con directora presente y todo! ella nos abrió las puertas generosamente!.
Poco a poco fueron llegando autos, colectivos y algunos caminando.
Miradas expectantes, curiosas; sonrisas cálidas y manos generosas que fueron plasmándose en encuentros, charlas, mates que hicieron palpable lo que todos los meses sucede virtualmente, cartas que van y vienen, llamadas, mails, conectando ahijados con padrinos, cruzado por los voluntarios que pasan de un lado al otro las cosas, y el equipo de Fonbec que trabaja para todos ellos, pensando en ellos, buscando recursos nuevos para ofrecerles cada día que los ayuden a crecer, queriéndolos…
Por eso en este día, descansamos en la presencia real. Ver sus rostros, escuchar sus voces y sus sueños, unirnos en el gran abrazo para la foto final…
Así recargamos fuerzas para seguir trabajando juntos todo el año!
Muchos ahijados y padrinos se conocieron por primera vez y se veían charlas interminables con ganas de conocerse mas.
Otros becados fueron recibidos en salones por nuestros voluntarios, plasmando en árboles sus sueños y proyectos, desde “tener un piano”, hasta “ser ingeniero para cambiar el mundo fabricando prótesis en 3D”.
También tuvimos un espacio expresivo en el cual muchos pasaron a plasmar sus manos y un mensaje.
Y finalmente nos despedimos cantando con Mauro, el primer ahijado que tuvo Fonbec allá por 2008 y que hoy es padrino de Jagger, un pequeño de 8 años que admira mucho a Mauro y sueña con ser padrino en un futuro él también!
Finalmente, mientras saludábamos, ya en la despedida, Jorge de 20 años, estudiante universitario nos dijo “si alguna vez pudieran ver desde lejos, se darían cuenta de todo lo que me ayudaron” y estas palabras , conociendo su realidad tan dura, fueron un sello definitivo en nuestro corazón!
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