Fuente: Diario La Capital

La historia de un chico que salió adelante gracias a una beca

Leandro Brandán tiene 19 años.En un entorno adverso terminó la escuela y consiguió un trabajo en una multinacional con excelente desempeño

 
Semanas atrás, uno de los hermano de Leandro salió en la sección policiales de este diario. Está preso por haber asaltado un colectivo con armas blancas. Consume drogas y
por él otros en su familia ingresaron a ese mundo sin salida.
La vida de Leandro hubiera podido seguir esos derroteros. Para él hubiera sido muy fácil. Pero eligió otro camino: estudió, formó parte de una orquesta y logró un trabajo estable. Todo esto fue gracias a una beca que obtuvo de la fundación Fonbec, que otorga un subsidio, por medio de un padrino, para ayudar a que los chicos terminen
la escuela. De ese modo empezó a construir su propia vida, lejos del dolor, más cerca de la superación y las ansias por construir un futuro superador.
A los 9 años, fascinado por el violín, Leandro se acercó a la orquesta barrial El Triángulo, un proyecto de inclusión social a través del arte. Sólo quedaba una vacante, y era para tocar el violonchelo. Lejos de amilanarse el chico aceptó el desafío, sin siquiera saber qué era ese instrumento. Esta fue su primera
tabla de salvación.
El entorno en su hogar se tornaba cada vez más difícil. “Mi mamá y mi papá se volcaron a intentar solucionar el problema de mis hermanos con la droga y la situación
era cada vez peor”, cuenta el chico noveno de los 10 hermanos.
A los 13 años Leandro decidió irse a vivir con el mayor de sus hermanos para poder tener un poco de tranquilidad y estudiar.
Al año siguiente llegó una nueva ayuda para su vida. “Me ofrecieron una beca a través de Fonbec para que terminar la escuela. Me pedían buen desempeño”, recuerda.
“Lo más importante de esa beca no fue el dinero, que usaba para materiales de la escuela, sino tener un padrino que hoy es como un padre para mí”, confiesa Leandro.
“Desde Fonbec te piden que tengas relación con tu padrino, que lo conozcas y yo creo que eso fue fundamental para mí porque sentí que alguien me apoyaba, y yo tenía
esa responsabilidad por la cual no debía dejar de estudiar. Eso me  alentaba cada vez que quería abandonar la escuela”, continúa.
Así empezó la relación con Héctor, su padrino que hoy es un gran amigo.Leandro logró terminar la escuela con el mejor promedio. Pero  no sólo eso. También fue uno de
los que organizó la graduación, elquiosco para juntar la plata y consiguió que con sus compañeros  pudieran ir de viaje de egresados
a Chapadmalal.
“Cuando terminé la escuela empecé a estudiar administración de empresas en la UNR. “El primer año de facultad nos pidieron que  hiciéramos un árbol genealógico con los parientes que habían estudiando en la universidad y yo no sabía qué hacer. Y tuve que decirlo en voz alta que no tenía a nadie. Doschicas me preguntaron sorprendidas si era verdad y me sentí tan incómodo que lo único que se me ocurrió es decir que en realidad sí tenía a alguien. Me acordé de mi padrino. Lo que ellas no supieron era que se trataba de mi padrino por Fonbec”, confiesa el joven ahora riendo de esa situación.
El año pasado, desde Fonbec solicitaron a Leandro que explicara en la empresa Coca Cola cómo trabaja la entidad y qué es ser “becario”. El chico, tranquilo y sencillo, explicó su propia experiencia de vida y es to bastó a la gerencia de la empresa
para contratarlo.
Desde hace cinco meses es el empleado que controla la mercadería que entra y sale de la empresa.Por su excelente desempeño logró conseguir varios premios en la empresa.
Con su sueldo se compró una cama, muebles para la casa de su hermano y ya piensa en alquilar algo para él solo. Además, ayuda a su familia en todas las necesidades, que no son pocas, ya que su padre es recolector de residuos y sus hermanos juntan cartones y revuelven los contenedores.
Pero su aspiración más grande es poder ser padrino de Fonbec para alentar a otros chicos a que tengan otra oportunidad.  
Cómo funciona
Fonbec La Fundación Fondo de Becas para Estudiantes (Fonbec) nació en Córdoba pero desde hace cinco años empezó a trabajar en Rosario, de la mano de Inés Risso.
Desde entonces trabaja vinculando a quienes pueden y desean ayudar con aquellos que quieren estudiar pero carecen de recursos. Lo hace a través de un sistema de padrinos y ahijados iniciativa que busca ayudar a los chicos para que no abandonen la escuela.
Para más datos contactarse a través del mail: rosario@fonbec.org.ar, o la página en Facebook: Fonbec Rosario.

También te puede gustar:

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *